028: Determinismo vs Libertarismo
Madeleine: ¿Tú al fin si quieres ir conmigo al concierto? Ni suenas ni retruenas.
Me: ¿Tú quieres?
Madeleine: Si tu quieres… ¿Cómo llego allá?
Me: Primero, una pregunta sobre arte. ¿Cómo se debe cuidar un cuadro pintado en lienzo para que se conserve bien?
Madeleine: Nada. Y menos si es en óleo. Eso tiene conservantes muy fuertes. Mira las pinturas del Renacimiento.
Me: Está bien. Gracias.
Por cierto, creo que ya no te voy a regalar a mi gato. Y no es que esté enojado contigo ni nada, sino que me cansé de esa pintura. Creo que la dañé más y creo que de todos modos te dá lo mismo tenerla o no, así que no tengo ninguna motivación para seguir con eso.
Madeleine: No me da lo mismo tenerla o no. Me molesta que trates las cosas así. Tus cosas. No tienes cariño para ti y buscas algo en otros. Si tú no pones tu pie firme y alzas tu mano para impulsarte, nadie lo hará por ti. ¿Sabes qué es lo que me molesta? Que pienses que a mí me da todo lo mismo.
Me: Nadie lo va a hacer, nadie puede. Yo he tratado por mucho tiempo y no he podido. Esto es en lo que me ha convertido la vida. Ojalá pudiera ser como tú, libre y feliz, pero si pudiera, entonces lo sería. No puedo. Solo puedo ser como soy, como me tocó ser, y seguir hundiéndome más profundo hasta que me toque ser de otra forma. Tú no lo entiendes, tú no eres feliz y fuerte solo porque quieras serlo, porque todo el mundo quiere y no todos pueden, solamente que tú has tenido un poco más de suerte. Así es la vida.
Madeleine: ¡¿Suerte?! JAJAJAJA. Me haces partir de la risa.
Me: Si eres feliz, entonces tienes suerte. Yo no puedo estar bien por más que lo intento.
Madeleine: Tú no sabes, léelo bien, CUÁNTA MIERDA HE TENIDO QUE COMER TODOS MIS AÑOS DE VIDA. No me gusta decirlo, porque no quiero despertar esos demonios, pero no quieres saber. Lo que me permitió estar aquí es ponerme en pie para mis padres que los amo.
Me: Está bien. No estoy diciendo que tu vida sea perfecta.
Madeleine: ¡¡AAAAAAHHH!!
Yo no juzgo tu pasado. No soy libre y no siempre he sonreído. NO DIGAS QUE NO LO ENTIENDO.
SOLO QUE SI ME QUEDO EN EL HUECO, ME MUERO POR ESTAR EN EL PUTO HUECO.
ESTOY ORGULLOSA DE MÍ, PORQUE SALÍ DE ESA MIERDA. Y PUEDO ESTAR ENFERMA POR CULPA DE ESO. Y ¡¡¡QUÉÉ!!!
No permitiré que mi vida se acabe por el pasado. Aún hay cosas hermosas.
Me: Solo digo que si eres capaz de ser feliz y de ser fuerte, eso es algo bueno que tienes y yo no, y que si lo tienes, no es porque quieras, porque todo es simple suerte, azar, consecuencia de mil variables que no controlamos y que son nuestras experiencias. Nada depende de nosotros mismos, ni siquiera dentro de nosotros mismos. Si puedes no quedarte en ese hueco es suerte, no es solo porque quieras, sino que has tenido la suerte de poder salir de ahí. Yo no he podido. No es porque quiera quedarme en el hueco que he estado toda mi vida. He intentado salir mil veces y no he podido. He intentado ser fuerte y no he conseguido nada. Así que lo que molesta a mí es que digas cosas como: “solo sal de ese hueco y ya”, “solo sé feliz y se fuerte y ya”, “solo deja de hundirte y ya”, porque nada de eso depende de mí. Lo he intentado toda la vida y aquí estoy.
Madeleine: Nunca es suerte.
Me: Siempre es suerte.
Madeleine: Ve tú solo. O dame las boletas y las venderé. Te devolveré el dinero.
Me: ¿Por qué ya no quieres ir?
Madeleine: Porque me has faltado al respeto.
Me: ¿Cómo?
Madeleine: Y eso… ESO ME ENOJÓ.
No es tu culpa, para nada. Solo estás muy metido en tu lucha. Solo te ofendes a ti demasiado. Nos vemos el martes. Me darás las boletas, las venderé y te devolveré el dinero.
Te prometí ir, sí. La verdad romperé esa promesa y es la primera que rompo. Pero no permitiré que me faltes al respeto así.
Me: Perdóname si te ofendí. No quise hacerlo.
Madeleine: Deja de idolatrarme.
Yo soy así por cosas que viví y son una MIERDA… pero no me quedo a lamentarme en ese lugar porque quiero vivir. Así que no es puta suerte. Así lo deseé para mí. No me lamentaré hasta el momento de morir. Viviré hasta que muera, porque sé cuándo moriré y eso no me amarga.
Me: Entendemos al mundo de maneras diferentes y en esa parte no estamos de acuerdo, pero está bien, no tenemos que odiarnos por eso. Si crees que tienes todo lo que tienes porque lo quieres y que yo tengo lo que tengo porque así lo quiero, está bien, creo que no podemos forzarnos a creer diferente. Pero está bien. No tenemos que pensar igual. Nunca quise implicar que tu vida careciera de dolor y sufrimiento, ni quise menospreciar tu fuerza y tu capacidad para seguir adelante, porque son las cosas que más admiro de ti, por más que crea que son capacidades que tienes por cuestión de azar. Perdóname. Te quiero mucho.
Madeleine: Si me quieres, irás a la universidad el martes, hablaremos de esto y tomaremos una decisión de si vender las boletas o no. Ahora no quiero pensar porque tengo mucha putería.
Me: Está bien…