040. Día 11 (Las cosas más bonitas)

040: Día 11 (Las cosas más bonitas)

Me: Invéntame una canción de amor. Vamos, solo por diversión. Una canción de amor basada en mí. ¿Cómo sería la letra? 

Madeleine: Seguro sería algo muy poético. Quizás un poco graciosa también.

Me: A ver, invéntala pues.   

Madeleine: 😦 

Me: ¿Qué?

Madeleine: Se murió el creador de Bob Esponja…

Me: Entonces componme una canción en su homenaje. 

Madeleine: No estaría a la altura.

Me: Entonces una en mi homenaje. Mido 1.75 m. Un metro y tres cuartos de pura miseria. Seguramente ahí sí estás a la altura. 

¿Cuánto mides tú?

Madeleine: 1.65. 

Me: Blanquita mide 1.45. ¿Crees que habríamos hecho una mala pareja?

Madeleine: Qué pequeñita.

Me: Pequeñita y adorable. ¿Crees que habríamos hecho una mala pareja? 

Madeleine: ¿Por qué lo serían?

Me: Tal vez porque ella ni siquiera me quiere como yo la quiero. 

Madeleine: ¿Y eso qué tiene que ver con la altura? Aunque imagino que la diferencia de altura les dio problema alguna vez. 

Me: No me refería a la altura, sino en general, si crees que habríamos hecho una mala pareja, ya que en ciertos sentidos somos tan diferentes. ¿Como qué clase de problemas? 

Madeleine: Para abrazarse y cosas así. 

Me: Es cierto. A veces siento que los abrazos deberían tener una fórmula clara de cómo deben ejecutarse, pero no estoy seguro de cuál sea esa forma. 

¿Cuál es la manera correcta de dar un abrazo? ¿Los brazos de la mujer deberían ir alrededor del cuello del hombre mientras que los del hombre van alrededor de la cintura de la mujer? ¿O es al contrario? ¿Quizás es un brazo arriba y otro abajo? Aunque ese último se sentiría más como un abrazo fraternal que uno romántico. 

¿O quizás es algo que no tiene que ver con el género sino precisamente con la altura de los involucrados? ¿La persona de menor estatura está obligada a abrazar por la cintura o es correcto que se cuelgue del cuello del otro? 

Estoy diciendo cosas muy raras, ¿verdad? 

¿Por qué la interacción social es tan difícil de descifrar y aun así la mayoría de las personas la aplican de manera correcta de manera tan natural sin siquiera pensar en lo que están haciendo? 

Madeleine: Está bien, no creo que sea tan raro que alguien se pare a reflexionar sobre estas cosas. 

Me: Nunca supe si esos abrazos eran estructuralmente correctos, pero emocionalmente creo que ninguna cosa me ha impactado de manera tan positiva. Y es porque, aunque físicamente un abrazo se trata de un movimiento sencillo, cada vez que se da uno, aparte de producir una liberación de las hormonas que producen sensación de placer y bienestar, también está en cada caso cargado de un significado que aumenta todas esas sensaciones. No puedo explicar en mi caso todo lo que significaba en mi vida (sentimientos de aceptación, de valor, de apoyo, de empatía, de afecto, de logro, de superación, de estar vivo…) cada vez que Blanquita me abrazaba, pero siempre me llenaba de una sensación de calor y felicidad que nunca había sentido antes con ninguna otra cosa. 

De hecho, creo que te lo mencioné antes, pero en mi lista de las cosas más bonitas que he vivido en esta vida, dos de esas cosas son abrazos de Blanquita. 

Madeleine: Ouuuu. Qué bonito. 

Me: El primero fue el abrazo que me dio hace dos años, poco después de que empezamos a hablar, cuando me llamó desde su grupo de teatro porque se sentía mal y cuando llegué me abrazó y se puso a llorar entre mis brazos. 

El otro abrazo fue hace poco, cuando ya había decidido alejarme y no volverle a hablar y me la encontré mientras iba a la universidad, y ella se puso en mi camino y no me dejó pasar, sino que me bloqueó con un abrazo.

El otro elemento de la lista no fue un abrazo, sino una tarde completa. Una tarde que pasamos leyendo juntos poemas de Baudelaire mientras esperábamos nuestro horario para ir a clases. Cuando llegó la hora de irnos, empezó a llover muy fuerte, pero como debíamos llegar a nuestras respectivas clases, tuvimos que mojarnos, corriendo bajo la lluvia, tomados de la mano. Y fue muy bonito. 

Esa es toda la lista de las cosas más bonitas de mi vida. 

No son muchas cosas, pero con esas me basta para llenarme el corazón, al menos hasta donde se puede llenar, con todos los huecos que tengo en él. 

Pondría también los besos en esa lista, aunque irían un poco por debajo, porque la verdad es que sí fue algo bonito y muy importante para mí, porque fue un paso que pensé que nunca lograría dar en mi vida debido a mi enfermiza timidez, y Blanquita en vez de forzarme a hacerlo me dio toda la confianza para que fuera yo el que me atreviera a dar ese paso, pero al mismo tiempo estaba tan nervioso y tan extrañado al hacer algo que nunca había hecho y que no sabía cómo se sentía, que creo que no lo pude disfrutar del todo. 

Si tan solo las cosas no se hubieran terminado tan rápido, estoy seguro de que en poco tiempo habría aprendido a sentirme más tranquilo y con más confianza, y habría podido disfrutar al máximo cada momento con ella. 

Pero las cosas se acabaron y ahora solo me queda otro hueco en el corazón y una pequeña lista de recuerdos. 

Nunca nadie me dio la confianza que me dio ella y según me dice mi yo editor del futuro, en unos años seguirá siendo igual, seguiré estando roto, vacío y solo, sin tener a nadie que me quiera o se preocupe por mí. 

Si hiciera una lista de las cosas que están mal con mi vida… probablemente un diario de quinientas páginas no sería suficiente.

Todo el tiempo tengo miedo de que Blanquita vuelva a hablarme.

Si no fuera porque quedó de hablarme en cuanto tuviera el dinero de las boletas, estoy seguro de que ya no volvería a hablarme más.

Supuestamente somos amigos, pero nunca me habla, no piensa en mí, no me tiene en cuenta para nada, no existo para ella.

Nunca intentó siquiera hablarme en esos dos años que estuvimos separados. 

Hace 11 días que no me habla ya. Y si no fuera porque quedó de hablarme, estoy seguro de que ya no me volvería a hablar. 

Por eso tengo miedo. 

En cualquier momento va a hablarme y entonces va a ser la última vez.

Madeleine: Bueno, pero ¿qué es lo que quieres realmente? ¿Quieres que te llame o no?

Me: Quiero morir. Quisiera que me llame y que me ame y que me diga que me ama como yo la amo a ella, pero eso nunca va a pasar.

Así que solo me queda desear algo más realista y esperar la muerte. Quiero morir.

Algunas personas solo nacemos para estar deprimidas toda la vida, ¿verdad? Me gusta mucho este cantante, aunque no toda su música. Todas las letras de sus canciones son tristes, incluso cuando era el vocalista en una banda de rock. 

Me recuerda a mi vida. Siempre triste y miserable. 

Madeleine: …

028. Determinismo vs Libertarismo

028: Determinismo vs Libertarismo

Madeleine: ¿Tú al fin si quieres ir conmigo al concierto? Ni suenas ni retruenas.

Me: ¿Tú quieres?

Madeleine: Si tu quieres… ¿Cómo llego allá? 

Me: Primero, una pregunta sobre arte. ¿Cómo se debe cuidar un cuadro pintado en lienzo para que se conserve bien?

Madeleine: Nada. Y menos si es en óleo. Eso tiene conservantes muy fuertes. Mira las pinturas del Renacimiento.

Me: Está bien. Gracias. 

Por cierto, creo que ya no te voy a regalar a mi gato. Y no es que esté enojado contigo ni nada, sino que me cansé de esa pintura. Creo que la dañé más y creo que de todos modos te dá lo mismo tenerla o no, así que no tengo ninguna motivación para seguir con eso.

Madeleine: No me da lo mismo tenerla o no. Me molesta que trates las cosas así. Tus cosas. No tienes cariño para ti y buscas algo en otros. Si tú no pones tu pie firme y alzas tu mano para impulsarte, nadie lo hará por ti. ¿Sabes qué es lo que me molesta? Que pienses que a mí me da todo lo mismo. 

Me: Nadie lo va a hacer, nadie puede. Yo he tratado por mucho tiempo y no he podido. Esto es en lo que me ha convertido la vida. Ojalá pudiera ser como tú, libre y feliz, pero si pudiera, entonces lo sería. No puedo. Solo puedo ser como soy, como me tocó ser, y seguir hundiéndome más profundo hasta que me toque ser de otra forma. Tú no lo entiendes, tú no eres feliz y fuerte solo porque quieras serlo, porque todo el mundo quiere y no todos pueden, solamente que tú has tenido un poco más de suerte. Así es la vida.

Madeleine: ¡¿Suerte?! JAJAJAJA. Me haces partir de la risa. 

Me: Si eres feliz, entonces tienes suerte. Yo no puedo estar bien por más que lo intento.

Madeleine: Tú no sabes, léelo bien, CUÁNTA MIERDA HE TENIDO QUE COMER TODOS MIS AÑOS DE VIDA. No me gusta decirlo, porque no quiero despertar esos demonios, pero no quieres saber. Lo que me permitió estar aquí es ponerme en pie para mis padres que los amo.

Me: Está bien. No estoy diciendo que tu vida sea perfecta.

Madeleine: ¡¡AAAAAAHHH!!

Yo no juzgo tu pasado. No soy libre y no siempre he sonreído. NO DIGAS QUE NO LO ENTIENDO.

SOLO QUE SI ME QUEDO EN EL HUECO, ME MUERO POR ESTAR EN EL PUTO HUECO.

ESTOY ORGULLOSA DE MÍ, PORQUE SALÍ DE ESA MIERDA. Y PUEDO ESTAR ENFERMA POR CULPA DE ESO. Y ¡¡¡QUÉÉ!!!

No permitiré que mi vida se acabe por el pasado. Aún hay cosas hermosas.

Me: Solo digo que si eres capaz de ser feliz y de ser fuerte, eso es algo bueno que tienes y yo no, y que si lo tienes, no es porque quieras, porque todo es simple suerte, azar, consecuencia de mil variables que no controlamos y que son nuestras experiencias. Nada depende de nosotros mismos, ni siquiera dentro de nosotros mismos. Si puedes no quedarte en ese hueco es suerte, no es solo porque quieras, sino que has tenido la suerte de poder salir de ahí. Yo no he podido. No es porque quiera quedarme en el hueco que he estado toda mi vida. He intentado salir mil veces y no he podido. He intentado ser fuerte y no he conseguido nada. Así que lo que molesta a mí es que digas cosas como: “solo sal de ese hueco y ya”, “solo sé feliz y se fuerte y ya”, “solo deja de hundirte y ya”, porque nada de eso depende de mí. Lo he intentado toda la vida y aquí estoy.

Madeleine: Nunca es suerte.

Me: Siempre es suerte.

Madeleine: Ve tú solo. O dame las boletas y las venderé. Te devolveré el dinero.

Me: ¿Por qué ya no quieres ir?

Madeleine: Porque me has faltado al respeto. 

Me: ¿Cómo?

Madeleine: Y eso… ESO ME ENOJÓ. 

No es tu culpa, para nada. Solo estás muy metido en tu lucha. Solo te ofendes a ti demasiado. Nos vemos el martes. Me darás las boletas, las venderé y te devolveré el dinero. 

Te prometí ir, sí. La verdad romperé esa promesa y es la primera que rompo. Pero no permitiré que me faltes al respeto así.

Me: Perdóname si te ofendí. No quise hacerlo.

Madeleine: Deja de idolatrarme. 

Yo soy así por cosas que viví y son una MIERDA… pero no me quedo a lamentarme en ese lugar porque quiero vivir. Así que no es puta suerte. Así lo deseé para mí. No me lamentaré hasta el momento de morir. Viviré hasta que muera, porque sé cuándo moriré y eso no me amarga. 

Me: Entendemos al mundo de maneras diferentes y en esa parte no estamos de acuerdo, pero está bien, no tenemos que odiarnos por eso. Si crees que tienes todo lo que tienes porque lo quieres y que yo tengo lo que tengo porque así lo quiero, está bien, creo que no podemos forzarnos a creer diferente. Pero está bien. No tenemos que pensar igual. Nunca quise implicar que tu vida careciera de dolor y sufrimiento, ni quise menospreciar tu fuerza y tu capacidad para seguir adelante, porque son las cosas que más admiro de ti, por más que crea que son capacidades que tienes por cuestión de azar. Perdóname. Te quiero mucho.

Madeleine: Si me quieres, irás a la universidad el martes, hablaremos de esto y tomaremos una decisión de si vender las boletas o no. Ahora no quiero pensar porque tengo mucha putería. 

Me: Está bien…

086. Nostalgia

086: Nostalgia

Me: Se trata de gustos diferentes. A mí ese tipo de música me aburre, pero en cambio a ti… te produce nostalgia.

Madeleine: ¡Así es! Puedo imaginarme bailándola en un baile de salón o algo así.

Me: Ah, pero la nostalgia en sí es un sentimiento muy aburrido… un intermedio entre la tristeza y la felicidad que no llega ser una ni la otra.

Madeleine: Oh, qué interesante. No lo había visto de esa manera.

Me: Ya sabes que no soy una persona de emociones tibias. En lo personal, prefiero estar eufórico o melancólico, pero nada intermedio.

Madeleine: Pero con la nostalgia terminas llegando a uno de los dos extremos, ¿no?

Me: ¿Ah, sí? ¿A cuál llegaste?

Madeleine: Depende. Algunas veces termino feliz y otras veces termino melancólica. Casi siempre me suceden las dos: primero felicidad y después la tristeza.

Me: Pero en el momento en que pasas a uno de los dos estados diría que ya no estás “nostálgica”.

Sin embargo, me refería a este momento… Después de haber escuchado esa canción nostálgica todo el día, ¿a cuál sentimiento llegaste?

Madeleine: Melancolía.

Me: …No lo aparentas. Pero está bien, no puedo ver tus ojos rojos para comprobarlo.

Madeleine: En realidad no fue algo tan extremo.

Me: La nostalgia normalmente viene acompañada de recuerdos. A veces incluso de sueños… ¿En qué has estado pensando hoy?

Madeleine: Estaba pensando en las épocas navideñas. Esa música me recordó a esos especiales navideños que pasaban en la tele.

Me: Awww, qué ternurita.

Madeleine: Es perfecto para esa época.

Me: Sí… Aunque yo odio ese tipo de recuerdos nostálgicos. Como te dije, no me gusta como se siente ese sentimiento.

Madeleine: Ya veo… Supongo que está bien.

Me: También me ocurren sentimientos extraños cuando voy por la calle y de repente percibo un olor que me trae fuertes recuerdos de alguna cosa del pasado.

Madeleine: ¿Y no te gusta?

Me: No sé, es demasiado extraño. Es como estar en el pasado de repente, lo cual es interesante, pero las sensaciones son tan fuertes que incluso recuerdo lo desagradable que fue la vida siempre y eso no me gusta.

Aun si son recuerdos de momentos buenos, también se siente extrañamente desagradable el hecho de sentir que esos momentos no son reales, sino que son solo un recuerdo.

A veces aguanto la respiración para no percibir esos olores…

Creo que no sé cómo expresarlo bien. Es una de las cosas que me hace sentir que me estoy volviendo loco. Tiene un lado interesante, pero también uno desagradable, y al juntarse ambos se siente la cosa más extraña…

Madeleine: Creo que te entiendo.

Me: También me pasa una sensación similar cuando veo gente normal, viviendo sus vidas de una manera feliz e inocente.

Madeleine: Eso suele pasar, te entiendo. 

Me: Cuando veo niños jugando, o parejas de la mano, o familias juntas… Se siente extraño. Es una cierta sensación de desprecio, mezclada con algo parecido a la felicidad.

Madeleine: ¿Felicidad?

Me: Sí, algo así. Por sus vidas aparentemente normales y felices. Porque al menos sé que existe gente que puede vivir así.

El desprecio viene porque siento que yo jamás viví así y que probablemente nunca lo haga.

Madeleine: Entiendo. Me pasa algo parecido con mucha gente que admiro. 😦

Me: A veces pienso: Wow, qué sencillo sería poder ser feliz. Incluso tener una vida perfecta no es imposible. Todas las cosas que componen esa vida son cosas bastante normales, frecuentes y cotidianas, pero aun así, parece que en mi vida nunca se alinearán esas cosas, sin importar cuánto me esfuerce…

Madeleine: Sí, sí, sí. ¡Eso mismo me pasa!

Me: Aww… ¡Abrázame, hermana!