052: Cerebros en una cubeta

Madeleine: ¿Por qué no me cuentas algo?
Me: ¿Qué quieres que te cuente?
Madeleine: Lo que sea.
Me: Hoy fui con mi tía y unos primos a visitar un pueblito. Estuve aburrido casi todo el día, pero bueno, habría estado casi igual de aburrido si me hubiera quedado encerrado en la casa, así que supongo que eso fue un poco mejor.
Madeleine: ¿Y cómo te llevas con todos?
Me: Con todos tengo una relación muy superficial.
Madeleine: ¿Has vuelto a visitar a tu abuelita? Me gustaría que le dieras un abrazo de mi parte.
Me: Desde que mi hermano se fue del país, no he ido a visitar a nadie. Solo iba cuando él iba y dejaba que él fuera el que interactuara con todos, mientras yo me quedaba apartado y en silencio.
…Te quiero mucho.
Madeleine: Y yo a ti.
Me: ¿Estás contenta con estas maravillosas historias que te cuento?
Madeleine: Mucho. Me gusta que me cuentes lo que sea. De todos modos, no te pregunto para estar contenta. Es para creer que te soy de estima lo suficiente para contarme tus cosas.
Me: Me eres de estima, pero no tengo historias de valor.
Madeleine: No espero cosas de valor especial. Todo lo tuyo tiene ese valor por ser tuyo.
Me: Para evitarte angustias innecesarias, no te cuento todo el tiempo lo deprimido que estoy todo el tiempo.
Madeleine: Y supongo que tampoco las luchas incesantes por no dejarte vencer por ello, pero valoro que logres ganar cada día.
Me: Te quiero mucho.
Madeleine: ¿Le crees al sujeto lo que dijo? ¿Crees que la psicología te servirá?
Me: No sé si me sirva o no. Creo que sí podría. No le creo casi nada a los psicólogos, pero creo en el potencial de la psicología como una ciencia.
Solo hay que seguir estudiándola como debe ser. Para que una ciencia sea ciencia, no importa el tema que tome por objeto de estudio, sino la manera en que lo estudie.
Madeleine: Me pregunto si lo tuyo, así como la epilepsia, podría tratarse con algún tipo de lobotomía o terapia electroconvulsiva.
Me: Creo que sí se podría, pero es lo que aún no se ha descubierto con exactitud.
Se supone que la medicina también debería modificar los receptores del cerebro de una manera menos invasiva, pero hasta ahora no me ha servido.
Así que aún falta estudiar más, probar más cosas.
Madeleine: Recuerdo cuando era joven, que en muchas cosas no tenía apoyo social ni familiar, pero no permití que me robaran los sueños. Siempre que decían que lo que yo quería era anhelar mucho, me propuse demostrar que lo lograría, hasta que lo hice.
Te contaré algo que sé de la psicología y las conductas y las reacciones.
Todas ellas tienen que ver con reacciones químicas.
Si son agradables o desagradables, eso se relaciona con la manera en que reaccionas en la vida. Es por ello que no es la verdad lo que nos afecta, sino lo que pensamos de lo que creemos verdad, porque ese «creer» detona una actividad química que nos lleva a sentirnos bien o mal, y por eso preferimos lo malo conocido.
Por eso la técnica que Blanca utilizaba contigo funcionaría, porque obligarte a hacer esas cosas que te cuestan es una técnica conductual para obligar al cerebro a tener otra percepción.
Y ahora sí, lo que te iba a decir era esto: No tener pareja puede parecer terrible, pero ¿a cuánta gente en pareja conoces que sea feliz de verdad? Está sobrevalorada la interacción humana, que es una puta mierda.
Me: La vida está sobrevalorada.
Madeleine: Cierto. Quizá somos como homúnculos dentro de una botella o seres artificiales en de un mundo virtual, un experimento de algún modo u otro, y hay alguien que está aprendiendo a manipularnos y nos deja afectados porque comete errores sobre nuestros sistemas y al ser tan superior a nosotros ni siquiera es consciente de que existimos.
Parece que me dejé llevar un poco por la imaginación. Je, je…
Me: …