018: Dos días, dos semanas, dos años…

Me: Extraño mucho a Blanquita… ¡Y solo nos vimos dos días!
¿Cómo es que puedo desarrollar sentimientos tan fuertes por una persona en tan poco tiempo? La última vez que nos habíamos hablado fue hace dos años, cuando nos conocimos solo por dos semanas.
¿Qué me pasa? ¿Por qué soy tan sensible? ¿Por qué tengo sentimientos y emociones tan fuertes? ¿Estoy enfermo?
¿Qué he estado haciendo durante estos últimos dos años? Simplemente tratando de sobrevivir, supongo… Estaba más tranquilo, pero… ¿Qué estaba haciendo? ¿Estaba satisfecho? No. Nunca lo he estado.
Estaba más tranquilo, pero… No me gustaba la vida. Estaba siempre aburrido y quería morir.
Y ahora, después de volver a hablar con ella, solo por dos días, ya no estoy tranquilo. Ahora quiero morir más…
Pero me di cuenta de que en estos últimos años… estos dos días fueron lo que más me gustó de la vida.
Ojalá supiera cómo matarme.
Tenía ganas de hablar con ella de muchas cosas. No eran cosas importantes, pero me llenaba de una cierta alegría solo pensar en hablar con ella de muchas cosas diferentes.
Pero ya todo se acabó y no pude decir nada.
¿Tienes alguna corazonada secreta acerca de cómo vas a morir?
Madeleine: No. La verdad, no.
Me: Es una pregunta del tipo que yo suelo hacer, pero esta vez la tomé de otro lugar. La tomé de una aplicación que le descargué a mi teléfono: Un test diseñado para hacer que dos personas se enamoren.
Lo vi en un episodio de The Big Bang Theory. No es original de la serie, pero hay un episodio en el que dos personajes lo hacen para comprobar si realmente es efectivo o no. En realidad, surgió de una especie de experimento psicológico que hizo alguna investigadora en alguna universidad o algo así.
Es un test de 36 preguntas, con el que supuestamente se puede lograr que dos personas desconocidas se enamoren, si se van tomando turnos para hacerse las preguntas uno al otro.
La premisa puede ser un poco extremista, pero el test está diseñado de tal modo que, si bien no necesariamente llega a inducir un sentimiento que pudiera llamarse “amor”, la naturaleza íntima y personal de las preguntas genera una cierta vulnerabilidad entre las personas que se someten a responderlas, creando un cierto vínculo de proximidad entre ambos. La última parte del test consiste en que las dos personas deben mirarse a los ojos sin decir nada durante cuatro minutos.
Madeleine: Vaya. Qué interesante.
Me: Descargué el test para hacerlo con Blanquita. De entre tantas cosas que me habría gustado hablar con ella, esa era una de ellas… Pero nunca alcancé siquiera a mencionarlo.
No sé si hubiera estado dispuesta a hacerlo de todos modos.
Y no creo que se hubiera enamorado de mí después de hacerlo de todos modos.
Pero, de todos modos, basta con mirar los comentarios en la página de retroalimentación de la aplicación para ver cómo muchos de los usuarios reportan en el test (ignorando el propósito inicial con el que fue creado) cómo este les ha permitido fortalecer las relaciones que ya tienen, a conocer mejor a los compañeros con los que se involucran emocionalmente o a reencontrarse con su pareja.
Yo solo quería hablar con ella de muchas cosas. Conocerla mejor, preguntarle muchas cosas, seguramente 36 como esas y muchas otras de ese estilo que se me ocurren todo el tiempo.
Pero todo se acabó y me quedé sin poder decir muchas cosas.
¿Crees que desperdicié estos dos días diciéndole mucho cuánto la quería en lugar de haber pasado el tiempo hablándole de otras cosas?
Madeleine: No creo que hayas desperdiciado el tiempo. Hiciste lo que sentías más apropiado en el momento.
Me: Gracias…
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